Fa yeung nin wa (Deseando amar)

Es un momento agitado.

Ella baja la cabeza

para darle una ocasión de acercarse.

Pero él no puede, pues, le falta valor.

Ella da la vuelta y se aleja.

Esa era, ha pasado.

Nada de lo que perteneció a ella existe más.

Él recuerda esos años desvanecidos.

Como si observase a través de un cristal polvoriento,

el pasado es algo que puede ver, pero no puede tocar.

Y todo que ve es borroso e indistinto.

Te amo, te odio.

Reparación profunda, reconstrucción total, baños de crema, tratamiento nocturno.

Todo, absolutamente todo he probado, y las puntas siguen florecidas cual yuyo de campo.

Pero yo sigo comprando. Y cada vez más productos... Entonces termino el kit de Pantene -que como buena mezquina, saco sólo cuando me voy a bañar y lo vuelvo a guardar cuando termino-.

Sin embargo de nada sirve, y la solución termina siendo gastar otra fortuna para que Celio me achure la cabeza y me deje con el pelo corto, divino, pero lejos de esa melena sexy que me llegaba hasta el escote.

Por todo eso... ¡me cago en la publicidad que los parió!

Y en no haberla hecho yo, obviamente.

Dime cómo sonríes y te diré cómo será tu vida amorosa

Según un estudio encabezado por Matthew Hertenstein, psicólogo y docente de la Universidad DePauw de Greencastle, aquellas personas que tienden a posar sonrientes en las fotos tienen menos posibilidades de divorciarse. El análisis se sustenta en el estudio de 600 voluntarios que expusieron las fotos publicadas en sus anuarios del secundario y el resultado de su vida amorosa –al menos hasta el momento de la entrevista-.

Esto  leía en Adlatina y pensaba: ¡una buena!
Gracias a los 20 años de todo tipo de aparatos de ortodoncia que use, gracias.

¿A quién se le ocurre?

Año nuevo y un viaje de más de 24hs con una seguidilla de películas del fin del mundo
¡para empezar pum para arriba!

Menos mal que fue por rutas argentinas y no bolivianas...
miedooo.