viernes, 5 de noviembre de 2010

¡Me rompe soberanamente!

Que me pregunten mil veces qué me pasa,
que me digan cada vez que me cruzan que tengo cara de culo,
que me tomen de punto y digan cosas que no son verdad a viva voz como si fuera algo irrefutable.

Me calenté.
Y eso hace que dude volver a tener el mismo humor que tuve cuando entré a trabajar acá.

Exploté, quizás sin mucha razón...
pero es tan difícil darse cuenta que necesito mis tiempos?
y que comentarios pelotudos no ayudan a que esté mejor?

Todos tenemos cerebro, usémoslo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario